martes, 30 de marzo de 2010

Los Ramilleteros

Por: Jhocelyn Libertad Rincón Gómez

El Joyonake

Por: Jhocelyn Libertad Rincón Gómez
El Joyonake es una tradición Zoque que a diferencia de otras tradiciones esta se puede hacer en cualquier fiesta.
Pero seguro te preguntaras ¿qué es el joyonake?; bueno pues el joyonake es lo que en castellano se le conoce como los ramilletes pero que en zoque es traducido como Flor costurada; esta tradición la podemos encontrar en este reportaje en municipios de Chiapas como Copoya, Chiapa de Corzo y San Fernando.
Ramillete de San Fernando
Joyonake de Copoya
Chamal de Chiapa de Corzo

Estos Ramilleteros se juntaron en esta ocación para hacerle sus joyonakes a las Vírgenes de Copoya como diría don Toñito, uno de los ancianos de la mayordomía de la Virgen del Rosario.
En esta tradición se juntan los ramilleteros de los municipios antes mencionados para hacer los Joyonake (Copoya), Ramilletes (San Fernando) o Chamal (Chiapa de Corzo); esto se hace un día antes de la llegada de las vírgenes, y se hace según la tradición para celebrar la llegada de las tres vírgenes, Rosario, Candelaria y Carmen, pero también, en ese mismo día, se hace con esta fiesta la invocación a la lluvia para la cosecha del año, ya que cuando todos los joyonake, ramilletes o chamales han sido puestos en el altar de las vírgenes se les rocía con agua y se hace una oración y se cierra así este ritual agrícola.

lunes, 29 de marzo de 2010

"Sunyi Ompa Wakasis Wijkuy" (Sabroso Caldo de Res)






Por: Jhocelyn Libertad Rincón Gómez.
Para los Zoques la alimentación ha sido muy basta, y una vez que se da la conquista, gracias a los españoles se abre una panorama diferente, para seguir ampliando el estilo y las costumbres tanto culturales como alimenticias de los Zoques; tal es el caso del caldo de res, ya que las vacas o reces fueron de los animales que fueron introducidas por los españoles, o como se conoce en la mayoría de los municipios del estado, “Cocido”, o como se dice en Zoque “Wakasis Wijkuy”.

Este platillo no es más que carne de vaca (Wakas) cocida y hecha caldo
(Wijkuy) acompañado por verduras y tortillas, este wijkui es muy sabroso ya que aparte de que lleva trozos de carne va acompañado por verduras como: chile (niwi),
calabaza (najkpasok), plátano (sapane´), elote (mojk) y la sabrosa tortilla (ane),… pero este wijkuy posee muchas vitaminas, por todos sus ingredientes, que contribuyen a la energía necesaria para realizar las bastas actividades de los Zoques, pero que de igual forma cuando cualquier persona toma su caldito de cocido posiblemente se sienta cansado o con las fuerzas necesarias para seguir realizando sus actividades.




"Sunyi Ompa Wakasis Wijkuy".

domingo, 28 de marzo de 2010

LAS CHUNTAES

Creado por: Paulina Carboney

CRONICA DE LAS CHUNTAES Chiapa de Corzo 2010.

Cuenta la leyenda que las chuntaes fueron las sirvientas de Doña María de Angulo, benefactora de la población hace cientos de años, quienes se encargaron de repartir alimentos al pueblo en tiempo de hambruna.
Actualmente se pintan las pestañas con rimel y los labios de rojo, sombras en los ojos y chapas rosadas. Visten blusa blanca con flores bordadas y faldas largas con estampado multicolor.
Durante la fiesta de enero en Chiapa de Corzo, las “Chuntaes” son quienes llevan la ofrenda a San Sebastián Mártir: piñatas de diversas figuras, en medio de una peregrinación que explota en música, baile y ¡vivas! al santo patrono.
El reloj marca las cuatro de la tarde y llegamos a la casa del jefe de las “Chuntaes”, un hombre robusto, de unos 55 años… vestido de mujer. Tiene trenzas largas y una gran canasta con banderitas de colores, a modo de sombrero.
Todos, hombres y mujeres, se arreglan para partir hacia la casa donde vive San Sebastián. Niños desde los ocho años, jóvenes entre doce y quince, señores arriba de los cuarenta y tantos, todos se personifican como “Chuntaes”.
De pronto, en medio de la sala, aparece “El negrito”, un hombre delgado, pintado todo su cuerpo de negro y bailando graciosamente al ritmo de la tambora y la flauta, mientras barre con una escoba.
Y la bulla comienza. Todas las “Chuntaes” salen a la calle, gritan, bailan jacarandosamente y siguen al “Negrito” que va abriéndose paso por las estrechas calles del pueblo, contagiando la alegría a todos los que, sorprendidos, los ven pasar.
Cuando llegan a donde habita el santo, depositan sus piñatas junto al altar y comienza un baile gozoso, ofrenda a San Sebastián Mártir. Así, esta bodega se convierte verdaderamente en una parroquia, llena de inusitada devoción. El atrio está repleto de flores blancas, de piñas volteadas y entrelazadas entre sí con enredaderas, y la multitud de veladoras impregnan el aire de fervor religioso.
Cuando la danza termina, la familia que hospeda durante ese año al santo ofrece comida, bebida y música a los invitados. La fiesta dura hasta entrada la madrugada.