Creado por: Paulina Carboney
CRONICA DE LAS CHUNTAES Chiapa de Corzo 2010.
Cuenta la leyenda que las chuntaes fueron las sirvientas de Doña María de Angulo, benefactora de la población hace cientos de años, quienes se encargaron de repartir alimentos al pueblo en tiempo de hambruna.
Actualmente se pintan las pestañas con rimel y los labios de rojo, sombras en los ojos y chapas rosadas. Visten blusa blanca con flores bordadas y faldas largas con estampado multicolor.
Durante la fiesta de enero en Chiapa de Corzo, las “Chuntaes” son quienes llevan la ofrenda a San Sebastián Mártir: piñatas de diversas figuras, en medio de una peregrinación que explota en música, baile y ¡vivas! al santo patrono.
El reloj marca las cuatro de la tarde y llegamos a la casa del jefe de las “Chuntaes”, un hombre robusto, de unos 55 años… vestido de mujer. Tiene trenzas largas y una gran canasta con banderitas de colores, a modo de sombrero.
Todos, hombres y mujeres, se arreglan para partir hacia la casa donde vive San Sebastián. Niños desde los ocho años, jóvenes entre doce y quince, señores arriba de los cuarenta y tantos, todos se personifican como “Chuntaes”.
De pronto, en medio de la sala, aparece “El negrito”, un hombre delgado, pintado todo su cuerpo de negro y bailando graciosamente al ritmo de la tambora y la flauta, mientras barre con una escoba.
Y la bulla comienza. Todas las “Chuntaes” salen a la calle, gritan, bailan jacarandosamente y siguen al “Negrito” que va abriéndose paso por las estrechas calles del pueblo, contagiando la alegría a todos los que, sorprendidos, los ven pasar.
Cuando llegan a donde habita el santo, depositan sus piñatas junto al altar y comienza un baile gozoso, ofrenda a San Sebastián Mártir. Así, esta bodega se convierte verdaderamente en una parroquia, llena de inusitada devoción. El atrio está repleto de flores blancas, de piñas volteadas y entrelazadas entre sí con enredaderas, y la multitud de veladoras impregnan el aire de fervor religioso.
Cuando la danza termina, la familia que hospeda durante ese año al santo ofrece comida, bebida y música a los invitados. La fiesta dura hasta entrada la madrugada.
Gracias Claudia por esta breve pero bella crónica de las chuntaes, una de las tradiciones menos conocidas (fuera de Chiapas) que tienen lugar en la fiesta grande de Chiapa
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